En muchos ámbitos de la actividad humana es común que se cometa algún tipo de negligencia. Sin embargo, en pocos casos es tan trascendental como en el campo de la medicina, donde inclusive pudiera ser fatal. Si crees que no has sido atendido con la profesionalidad requerida, quizá te preguntes «¿qué hacer si he sido víctima de una negligencia médica?». Pues bien, a continuación veremos qué es y cómo reparar el daño causado.
Qué es la negligencia médica
En primer lugar, vale la pena mencionar que el hecho que no se obtenga el resultado deseado no significa que se haya cometido negligencia médica. En realidad, aunque la calidad del servicio y la experiencia del personal médico sea la mejor, no pueden curar o corregir todas las afecciones. Sin embargo, se produce un error o negligencia cuando el diagnóstico no es el correcto y como resultado se produce una lesión mayor al paciente. También se puede catalogar de negligencia cuando no se ha actuado ante una emergencia médica.
Cabe destacar que la negligencia médica puede ocasionar tanto daño físico como psicológico al paciente. Por ejemplo, pensemos en una persona a la que le diagnostican una enfermedad que en realidad no tiene. Esto sin duda le causará estrés y es probable que afecte gravemente su desempeño en otra actividades. Además, si ya ha empezado un tratamiento agresivo contra un padecimiento inexistente, es probable que se esté causando un daño mayor en su organismo. También, será necesario considerar el gasto implicado en procedimientos médicos que no debieron aplicarse. Como puede notarse fácilmente, el daño causado abarcaría varios aspectos de la integridad del paciente.
Qué hacer si he sido víctima de una negligencia médica
Al igual que ocurre con cualquier otro procedimiento legal, es necesario reunir toda la documentación disponible del caso. Por supuesto, esto no es una tarea sencilla porque muchos de los datos importantes están en manos de la institución médica. Y, como es de esperarse, harán lo posible por evitar cualquier consecuencia legal.
Lo anterior pone de relieve la importancia de contar con los servicios de los abogados especializados en derecho sanitario. Ellos pueden buscar más información referente al caso, aumentando las posibilidades de obtener un resultado favorable. Con los datos que recaben podrán determinar si realmente hubo negligencia médica y, en caso afirmativo, cuál es el proceder más adecuado.
Podemos entender mejor la importancia de contar con la asesoría de un abogado por el hecho que existen tres vías a través de las cuales se puede establecer el reclamo o la demanda. Entonces, podría recurrirse a la vía penal, la civil o la contencioso-administrativa.
Básicamente, la vía penal es la más adecuada cuando existe un caso de negligencia muy grave. Este sería el caso si falleció el paciente o si sufrió un daño considerablemente serio. Las consecuencias para el facultativo responsable si se comprueba su negligencia es de prisión. Esta es la vía más rápida para iniciar un proceso de este tipo, pero ciertamente es la menos efectiva. De hecho, los juzgados se muestran reacios a sentenciar a un facultativo de la salud, especialmente por las caracterizaciones propias de este tipo de casos.
Por otro lado, los reclamos hechos a través de la vía civil son más efectivos, aunque son particulares más largos que los procesos penales. La idea principal de este tipo de recursos es obtener una compensación económica como resultado de la mala práctica médica. Lamentablemente, el proceso civil conlleva un desembolso económico mayor.
En cualquier caso, lo más recomendable es buscar la asesoría de los abogados expertos en el tema. De esta forma, tendrás una mayor oportunidad de obtener un resultado favorable.